
Conozca la historia detrás del primer helicóptero hecho en Venezuela
octubre 8, 2017Conozca la historia detrás del primer helicóptero hecho en Venezuela
Entre 1940 y 1965, José Vicente Zambrano, un mecánico y tecnólogo popular autodidacta (sin estudios formales de mecánica o tecnología), campesino de la montaña de Boconó, Edo. Trujillo, Venezuela, construyó y realizó pruebas de un avión de su diseño y manufactura, el ‘Boconó I‘, el cual según el registro escrito por su compadre Emiro A. Cáceres el 8 de Diciciembre de 1965, voló exitosamente en 1965. Satisfecho con haber logrado el sueño de su vida, que era “hacer una máquina que volara”, cambia de objetivo y decide fabricar otro tipo de aeronave, la cual Zambrano consideraba más segura: un helicóptero. Se mantuvo trabajando en este hasta mediados de la década de los 90’s sin alcanzar el éxito , momento para el cual ya se habían ensamblado un pequeño número de helicópteros en Venezuela, pero partiendo de kits comerciales de aviación experimental. Esto hace de la aeronave de ala rotativa de Zambrano, el ‘Simón Bolívar‘, el 1er helicóptero autóctono de Venezuela.
Don Vicente Zambrano era un tecnólogo nato. Para construir sus desarrollos utilizaba herramientas construidas por él mismo en su taller. Se decía que “lo que no hace Don Vicente no lo hace más nadie”. En la pared de entrada de su taller estaba pintado un aviso que decía “Aquí no se arreglan carros particulares”. Y cuando aceptaba hacer una reparación de algo, exigía al dueño que se quedase allí a observar y aprender, pues no le iba a explicar de nuevo como arreglarlo. Otra de sus frases eran “No pregunte porque no hay respuesta”. Conocí sus logros hace 2 años gracias a unas pocos fotografías publicadas en un grupo de discusión sobre historia de la aviación venezolana, y mientras indagábamos más, surgió la información de un documental del año 2013sobre sus desarrollos, de la serie “Independencia Tecnológica”, la cual permitió ampliar significativamente la información al respecto de ambos proyectos, en el caso del helicóptero gracias a los relatos del Físico Raúl Estévez, quien con frecuencia visitó el taller de Zambrano en los años 70s.
“Lo que no hace Don Vicente no lo hace más nadie”
La motivación de Vicente Zambrano para detener el desarrollo de su avión ya probado, y decantarse por hacer un helicóptero surgió de su gusto por el llano, a donde quería ir a pescar, en una aeronave que consideraba más segura y probablemente más practica. Su viuda, Doña Rosa Amparo Valladares relata de modo muy particular que en sueños, una persona cuyo nombre no recordaba en el momento, le indicaba a Don Vicente que paso siguiente dar en la fabricación del helicóptero.
Para propulsar el helicóptero, usó un motor VW igual al usado en su avión ‘Boconó I‘. Cuando se le preguntaba a Vicente Zambrano si realmente iba a probar su helicóptero por si mismo, contestaba “¡No me voy a atrever a manejarlo si yo lo hice!”. En los vuelos de prueba, que se hacían con el helicóptero esclavo a la tierra con unas cadenas, se levantaba el aparato hasta 3 metros sobre el piso, pero con marcados problemas de estabilidad.
Al igual que con su avión, fabricó las hélices en madera. No quiso incorporar hélices de otro helicóptero, las cuales le fueron ofrecidas por un oficial de la fuerza aérea que lo visitó, argumentando Don Vicente que después iban a decir que su helicóptero había volado por las palas de fabrica que le dieron. Todo lo hacía por ensayo y error. Al final, se cansó, en especial por la ineficiencia misma de las hélices. En cuanto al reconocimiento a su trabajo, esperaba se los dieran en vida, afirmando que “después cuando me muera me van a dar los reconocimientos ya pa’ qué“.
“Después cuando me muera me van a dar los reconocimientos ya pa’ qué”
Para el año 1994, estaban involucrados en el proyecto un grupo de estudiantes de La Universidad del Zulia, hecho que fue reseñado en el mes de Abril de ese año en el diario marabino Panorama. Se mencionaba un proyecto para trasladar la aeronave, y realizar vuelos en el antiguo aeropuerto de Grano de Oro (Instalaciones de LUZ), y el inicio de los estudios para apoyar el desarrollo de esta industria, pero desafortunadamente esto finalmente no se concretó.
Ya avanzado de edad, Don José Vicente Zambrano abandona la continuidad de sus proyectos aeronáuticos, y usa sus habilidades para fabricar un Arpa Llanera y dedicarse a ejecutarla en su casa y en fiestas, a modo de retiro. Mas según su viuda, no había día que no prendiese el aparato. Lo encendió por última vez unos tres días antes de su fallecimiento.
En palabras de Darío Silva, “Valga esta (reseña) para el reconocimiento de un hombre que no se contentó con solo Soñar, y plasmar en realidades su ciencia.”
Reconocimiento Post Mortem entrega MCTI a Don Vicente Zambrano
La actividad contó con la participación especial del reconocido y laureado arquitecto nacional Fruto Vivas, quien en una excelsa disertación sobre la Vida y Obra de Don Vicente Zambrano, demostró el valor de la creatividad del trujillano, además, de exhortar al estado a seguir estimulando la creatividad en pro de lograr la soberanía e independencia científica y tecnológica.
Fruto Vivas, expresó qué “Don Vicente Zambrano, con su lema “No pregunte porque no hay respuesta” es recordado como el constructor de aviones en la montaña, quien fue capaz de construir el primer avión venezolano (en Boconó) utilizando un motor de Volkswagen y aluminio; avión que fue volado por un piloto experimentado de la Aviación Venezolana con un récord de vuelo de treinta y seis horas, y que hoy día está en el Museo de la Aviación en Maracay como el primer avión hecho en Venezuela por un mecánico campesino de la montaña”.
Don Vicente Zambrano, además, de construir el primer avión venezolano que lo llamo “Boconó 1” también tiene en su haber la elaboración de un helicóptero llamado el “El Simón Bolívar”, armas de fuego (revólver), una estufa a gas, una máquina para hacer monedas, así como, haber reparado un vehículo marca Ford que se había desechado por no tener en el país los conocimientos técnicos para su reparación.
Don Vicente Zambrano, en vida recibió reconocimientos por su ingenio de parte de la Aviación Venezolana en 1966, del Ministerio del Trabajo “Orden al Mérito en el Trabajo en su Primera Clase 1984” el premio “Luis Zambrano” a la inventiva Tecnológica 1992, de la Fundación La Salle y el Instituto de Universitario de Tecnología Agropecuaria de Boconó 1994, entre otros.
El arquitecto Fruto Vivas, para finalizar su intervención señaló que “esta historia unida a la de Don Luis Zambrano (innovador merideño) nos muestra la capacidad de nuestro pueblo, donde ninguno de los dos personajes inventó sueños para enriquecerse sino para servir con pasión a su pueblo.
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