Doctor José Francisco “El Sabio” Torrealba

Doctor José Francisco “El Sabio” Torrealba

febrero 18, 2021 0 Por jotave

A lo largo de la historia de la medicina en Venezuela, han existido muchos profesionales que han hecho aportes excepcionales para el estudio de los problemas sanitarios y de Salud en nuestro país. En esta oportunidad voy a hacer referencia a un médicos que en mi percepción tienen grandes meritos por su desempeño profesional y humano, el Doctor José Francisco Torrealba o mejor conocido como “El Sabio” Torrealba.

Hoy día el “El Sabio” Torrealba es casi desconocido para muchos venezolanos, así como muchos otros importantes personajes de la ciencia y tecnología. Su labor en estudios e investigación se desarrolló en el interior del país y específicamente en los llanos Centrales de Venezuela, durante las décadas de 1930 a 1970.

Destaca la visión humanista y filosófica del Doctor José Francisco Torrealba, su pasión por la investigación y la docencia y lo que es más importante, su interés incansable en dar respuesta y soluciones de salud y sanitarias a los pobres entre los pobres. Esta dedicación se ve expresada en la prevalencia de su ejercicio profesional en la salud pública por encima de la atención médica privada.

Doctor José Francisco Torrealba

El Doctor José Francisco Torrealba se enfocó en el estudio de las enfermedades asociadas a las condiciones sanitarias producto de la pobreza y miseria de la población, en combatir el estigma asociado a enfermedades físicas como mentales, a lo cual se imponía la necesidad de la medicina preventiva y la educación como herramientas para combatir las enfermedades endémicas.

El Doctor José Francisco Torrealba recibió innumerables reconocimientos nacionales e internacionales y participó de manera desinteresada en la formación de la generación de relevo de los futuros profesionales de la medicina.

Enfermedades frecuentes de la Venezuela rural de principios de siglo

A continuación menciono algunas de las enfermedades más recurrentes tanto en el ámbito nacional como mundial, que ocasionaron graves afecciones de salud e incapacitaban a la población joven de la época.

  • La Lepra: enfermedad infecciosa crónica producida por un bacilo Mycobactereum Leprae, que afecta la piel, los ojos, el sistema nervioso y las mucosas. Es una enfermedad milenaria altamente contagiosa de persona a persona a través de fluidos orales o nasales. Solo afecta al ser humano.
  • Lesishmaniasis: Enfermedad infecciosa causada por un parásito protozoo que se transmite por la picadura de un mosquito. Produce dificultad para respirar y deglutir, úlceras en la boca y la nariz, fiebre, daña el sistema inmune y puede ocasionar la muerte.
  • Mal de Chagas: Enfermedad causada por la picadura del Chipo, quien a su vez inocula el parásito Tripanozoma Cruzi, puede causar muerte súbita por padecer miocarditis crónica en la población joven. Descubierta en 1909 por Carlos Chagas en Brasil y detectado en nuestro país en 1919 .

Todas estas enfermedades antes descritas son hoy en día casi desconocidas por la mayoría de los venezolanos, pero en décadas pasadas representaron un problema grave de salud pública y tienen en común el estar asociadas a falta de condiciones de higiene y malas condiciones de las viviendas y hábitat de la población venezolana. Hoy en día su prevalencia es casi inexistente gracias al arduo trabajo de investigación y obtención de resultados de estos dos insignes médicos, que condujeron a identificar las causas de estas enfermedades en Venezuela y las acciones correctivas correspondientes.

El Sabio Torrealba: Recuerdo De Mi Niñez.

En los recuerdos de mi niñez transcurrida en San Juan de Los Morros, capital del Estado Guárico, siempre ha existido una imagen persistente y misteriosa de un Doctor que pasaba consulta y tenía una casa en las cuales estudiaban a los animales y “hacían experimentos”. Recuerdo ir algunas tardes acompañada de mi madre a un establecimiento muy modesto, con un gran patio con grandes árboles y repleto de animales enjaulados, con monos, cachicamos y venados principalmente; también en esa casa se observaba un laboratorio con tubos de ensayo, microscopios y otros implementos que a mi corta edad no podía comprender. En ese lugar se podía observar que gran cantidad de personas acudían a la consulta del Dr., en su mayoría del “campo” y de escasos recursos económicos, quienes aguardaban en silencio y en orden a que los atendiera El Sabio, que siempre mantenía una postura discreta.

Una mención muy especial, me permito destacar sobre la Señorita Italia Ramos, amiga personal de mi madre y en ocasiones solíamos acudir a su casa de habitación. Recuerdo de ella especialmente su misericordia y amor por los perros callejeros, a los que solía rescatar y llevar a su casa, la cual era muy hermosa, con un amplio y muy bien cuidado patio,en una oportunidad llegué a con hasta siete perros callejeros; cuando le preguntaba por alguno de ellos, su historia era la misma: animales atropellados y dejados abandonados, a los cuales ellas les proporcionaba asistencia y cobijo. Más tarde supe que ella era la laboratorista del Doctor José Francisco Torrealba, es decir, era lo que hoy en día conocemos como Bioanalista , que acompañó y ayudó en muchas de las investigaciones y diagnósticos en el Centro de Investigaciones sobre el Mal de Chagas.

Resulta particular el hecho que en las investigaciones realizadas, no obtuve información de la Srta Italia Ramos, (dónde nació, quiénes eran sus padres, dónde cursó estudios) quien es mencionada en varios estudios de investigación realizada por el Dr. Torrealba, en donde se valora profesionalmente su papel determinante en las investigaciones que se llevaban a cabo en ese instituto.

Srta Italia Ramos laboratorista excepcional

El Dr. José Francisco Torrealba desde mis ojos de niña y por los comentarios que escuchaba de las personas a mí alrededor, era un personaje misterioso, austero en su forma de vida, algunos se referían a él como “comunista y masón”. Pero lo que era innegable era que a él acudían aquellos pacientes cuyas enfermedades no tenían un diagnóstico claro luego de ser “vistos” por otros médicos. Enseguida se decía “llévenselo al Sabio Torrealba, que ese si descubre que es lo que tiene.”

Por eso era frecuente observar numerosas personas de distintas clases sociales y lugares del país, que acudían a su consulta para encontrar respuesta médica a sus dolencias.

Iluminado, lunático, curandero, sabio, vidente, santo y genio. Son los adjetivos que con frecuencia eran utilizados para calificar al Doctor José Francisco Torrealba.

Breve Contexto Histórico

En las décadas de los 30’s, 40’s y 50’s e inclusive hasta finales de los años 60, la situación del campo venezolano se caracterizaba por no disponer de condiciones mínimas de salud, sin acueductos, viviendas de techos de paja y bahareque. Particularmente los llanos centrales era una zona endémica de la Enfermedad de Chagas, paludismo, Bilharsiasis y afecciones severas por parásitos intestinales.

En este escenario surge la figura del Doctor José Francisco Torrealba, como médico rural e investigador incansable de las diferentes patologías tropicales del llano venezolano. De su experiencia profesional obtiene la convicción que el problema sanitario era consecuencia del ambiente social, la pobreza extrema y las condiciones de vida miserables del campesinado.

La población campesina venezolana, hacían sus necesidades fisiológicas al aire libre en el campo, diseminando los parásitos en el mismo hábitat donde dormían y trabajaban, ocasionando de manera crónica y persistente parasitosis intestinales. Asimismo, sus viviendas eran de techo de paja y paredes de bahareque, las cuales se convertían en hábitat y reservorio del Rhodnius prolixus, mejor conocido como chipo, chinche, entre otros nombres, vector fundamental en la trasmisión de la Enfermedad de Chagas.

De las investigaciones realizadas por el Dr. Torrealba y otros investigadores, el Ministerio de Sanidad de la época, implementó el Programa de Vivienda Rural (1958), con el propósito de sustituir las viviendas de paja y bahareque por las muy conocidas viviendas rurales que vemos a lo largo y ancho del territorio nacional, las cuales consistían en viviendas de bloques y techo de asbesto (para la época no estaba comprobado que los techos de asbesto podían ser cancerígenos), así como también la construcción de letrinas, a fin de controlar la parasitosis intestinal que padecían nuestros campesinos.

Mal de chagas una enfermedad con diagnóstico

En cuanto a la Enfermedad de Chagas o también conocida como Mal de Chagas, es una enfermedad poco conocida hoy en día. Su prevalencia era en los llanos venezolanos producto de la picadura del Chipo infectado con el parásito Tripanosoma Cruzi al humano, el cual desarrollaba enfermedades del corazón como la miocarditis crónica chagásica y la meningoencefalitis, condiciones graves que incapacitan al paciente de por vida o la muerte. Determinándose para el año 1958 una prevalencia en la población rural de los llanos centrales del 44,5%.

Por iniciativa del Dr. Torrealba, se crea en San Juan de los Morros (Estado Guárico, Venezuela) el Centro de Investigaciones de la Enfermedad de Chagas, que actualmente lleva su nombre. Su hijo Witremundo Torrealba, médico egresado de la Universidad de Sao Paulo, Brasil, continúo con las investigaciones de su padre hasta su temprana muerte en el año 1981, siendo Decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Carabobo.

El Centro de Investigaciones siguió su metodología y objetivos acerca de la investigación del Mal de Chagas, aplicando pruebas diagnósticas. De esta intensa actividad se determinó para el año 1984 la reducción de las tasas de seropositividad para el Chagas, como probable consecuencia de las campañas de control del Vector trasmisor iniciada desde 1960. Para el año 1998 la prevalencia de la enfermedad bajó al 9,2% .

Logros del Doctor Francisco Torrealba

Nace en Santa María de Ipire, Estado Guárico, Venezuela, el 16 de junio de 1896. En 1923 obtiene el título suma cum laudem de Doctor en Ciencias Médicas. Viaja a Europa y realiza estudios en la Escuela de Medicina Tropical de Hamburgo, Alemania en 1926. Leía y hablaba francés, alemán, portugués e italiano. Grandes profesionales de la medicina, tales como José Gregorio Hernández, Domingo Luciana, David Lobo, Luis Rasetti, entre otros, influenciaron su formación académica. Formó equipo de trabajo en pro de mejorar las condiciones de salud de la población venezolana con eminentes profesionales como Enrique Tejera, Arnoldo Gabaldón, Pablo Anduce y Miguel Suarez. Sus responsabilidades y logros más resaltantes fueron las siguientes:

Director del Asilo de Enajenados mentales en 1926-27.

Médico Rural en Zaraza, Estado Guárico. 1936.

Médico de la Penitenciaría Provisional en San Juan de los Morros, Estado Guárico. 1943-47

Director del Centro de Investigaciones sobre la enfermedad de Chagas 1949

Publicó 40 investigaciones sobre el Tripanozoma americano y sobre el mal de Chagas, la hemoglobinuria, zoología, paludismo, síndrome de Frohlish, Alastrin, enfermedad de Littre, el cáncer, patología regional venezolana, parásitos intestinales, afecciones venéreas.

Sus investigaciones sobre el Mal de Chagas han sido traducidas al francés, portugués e inglés, las cuales están recogidas en siete volúmenes que detallan el estudio de la patología tropical en Venezuela, desde los años 1930 al 1950.

Introdujo el método de diagnóstico del Trypanosoma cruzi, como parásito causante del Mal de Chagas, denominado Serodiagnóstico positivo en 1933, presentándose a la Academia de Medicina de Venezuela, lo que significó un gran avance en el desarrollo de futuras investigaciones.

Ejerció su profesión en su propia casa, la misma era laboratorio, consultorio y Bioterio.

Remitió cientos de estudios anatomopatológicos a entidades nacionales e internacionales, que condujeron a descubrir la presencia del parásito Trypanosoma cruzi, responsable de la Enfermedad de Chagas en animales transmisores (gatos, cachicamos, perros, roedores).

Otros grandes aportes realizados por el Doctor Francisco Torrealba fueron en el campo de la Psiquiatría en Venezuela. El Dr. Torrealba no era Psiquiatra, como tampoco quienes lo precedieron, pero puede ser considerado junto con el Dr. Rafael Medina Jiménez, como padres de la Psiquiatría en Venezuela.

Asilo de Enajenados Mentales

Ambos fueron directores del Asilo de Enajenados Mentales, que luego se convirtió en el Hospital Psiquiátrico Municipal, actualmente Hospital Psiquiátrico de Caracas. Durante su desempeño como Director realizó grandes aportes tales como:

  • Levantó un censo epidemiológico de enfermedades mentales.
  • Solicitó recursos mínimos para el centro de salud, al constatar la presencia de sarna, tifus, paludismo, amebiasis y otras dolencias en los enfermos mentales recluidos.
  • Clasificó y organizó los enfermos mentales según su padecimiento: maníacos, esquizofrénicos, depresivos, psicópatas, etc.
  • Fue pionero de la Reforma Psiquiátrica de la patología mental, al recomendar otras terapias en el tratamiento de las enfermedades mentales, las cuales contemplaban: evitar los largos periodos de encierro al paciente, prohibir el maltrato y castigo físico (las terapias más comunes era el baño de agua helada para apaciguar a los pacientes) y la incorporación de algunos medicamentos para su control.
  • Propició la incorporación de jóvenes estudiantes de Medicina (1924) que se interesaban en la psiquiatría, los cuales desarrollaban sus tesis de grado, lo que de alguna manera comenzó a formarse la generación de relevo.
  • Propició de manera formal ante el Colegio de Médicos de Caracas, la enseñanza de la psiquiatría en el campo de la medicina. Esta propuesta inicialmente no tuvo buena acogida, muy por el contrario solo tuvo comentarios pocos entusiastas.

Reconocimientos al Dr. Francisco Torrealba “El Sabio”

  • Orden del Libertador, Grado de Comendador.
  • Premio Broult. Academia de Medicina de París.
  • Aplauso al Mérito. Creole Petroleum.
  • Docente Honorario Facultad de Medicina de la Universidad de los Andes.
  • Miembro de la Academia de Medicina de The Royal Society of Tropical Medicine and Hygiene. Londres Inglaterra.

El Doctor Jose Francisco Torrealba , fallece el 24 de julio de 1973 , a los 77 años.

Para una mejor comprensión del Dr. Torrealba, el medio adverso, la inexistencia o escasez de materiales para la investigación en su laboratorio, su voluntad férrea para estudiar por cuenta propia y superarse, su pasión ante los problemas de la sociedad, el afán de impartir conocimiento sin mezquindad, su óptima preparación médica y su capacidad extraordinaria para el trabajo”.

Palabras de Rafael Torrealba, hijo.

Lee más en:

  • Gaceta médica de Caracas. Homenaje al Dr. José Francisco Torrealba.
  • Libros Guariqueños. El sabio Torrealba.
  • Control de las Enfermedades de Chagas en Venezuela. Dora Feliciangeli. 2009.
  • Venezuela e Historia. Efemérides de figuras notables, 2017.
  • Revista da Sociedade Brasileira de Medicina Tropical. 1985.
  • Historia de la Psiquiatría en Venezuela.

Nota del autor: Escribir este artículo salda una deuda histórica personal por lo que significó para mi y mi familia el Sabio Torrealba.

Yo observaba con gran extrañeza que mi generación a excepción de los Guariqueños, no lo conocieran. Lo que me impulsó a leer su vida y obras, las cuales para mi sorpresa coincidían con mis recuerdos.

Esta actividad ha sido un viaje fascinante de refrescar viejos recuerdos e incorporar otros aspectos de la vida de este extraordinario hombre y excepcional profesional.

Ligia Arocha de Cisneros