El sobre desarrollismo y la crisis del medio ambiente mundial
septiembre 20, 2011El sobre desarrollismo y la crisis del medio ambiente mundial
La señora Harlem Bruntland, que encabeza el gobierno de Noruega, comprobó recientemente que “si los siete mil millones de pobladores del planeta consumieran lo mismo que los países desarrollados de Occidente, harían falta diez planetas como el nuestro para satisfacer todas sus necesidades”. Una experiencia imposible. Pero los gobernantes de los países del sur que prometen el ingreso al Primer Mundo, mágico pasaporte que nos hará a todos ricos y felices, no sólo deberían ser procesados por estafa.
No sólo nos están tomando el pelo, no: además, esos gobernantes están cometiendo el delito de apología del crimen. Porque este sistema de vida que se ofrece como paraíso, fundado en la explotación del prójimo y en la aniquilación de la naturaleza, es el que nos está enfermando el cuerpo, nos está envenenando el alma y nos está dejando sin mundo. Extirpación del comunismo, implantación del consumismo: la operación ha sido un éxito, pero el paciente se está muriendo.
Eduardo Galeano
Además agrega Joaquín Araújo:
“Es utópico pretender que vivamos en un sistema que parece que no funciona si no crece a un 3% anual. Es utópico el modelo de crecimiento ilimitado porque es imposible.”
Todos los países del mundo no pueden pretender elevar su nivel de consumo igual a países depredadores como EEUU o Europa, simplemente porque un mundo no se puede sostener con un consumismo tan elevado, donde la señal de éxito es que cada familia tenga 4 carros, 5 televisores, 3 casas y un centro comercial por cada 2 cuadras ¿Son estos los indicadores de éxito que realmente nos interesan?¿La calidad de vida es igual a consumismo? Estoy seguro que no, debemos dejar de medirnos con las reglas que no impone el imperialismo, y a empezar a valorar nuestra identidad latinoamericana, nuestras costumbres, nuestro gentilicio, nuestra espiritualidad, nuestros lazos de hermandad y familia, he ahí la escala para medir la grandeza de nuestras sociedades.
Las sociedades de los países “desarrollados” tecnológicamente, deben entrar en razón y entender que la lucha por un modelo económico y social mas igualitario, equilibrado, sostenible y justo, es igualmente la lucha contra el capitalismo, el cual antepone al dinero antes que la naturaleza, en su afán de la máxima ganancia, llevándonos al precipicio de la extinción de toda la humanidad, por todo esto seguimos creyendo que “nuestro norte es el sur”.